miércoles, 10 de abril de 2013

Información sobre Liderazgo Transaccional

El modelo de liderazgo transaccional propone que los seguidores son motivados mediante recompensas y castigos. Es un sistema de pago por esfuerzo. Otra creencia del liderazgo transaccional, afirma que los sistemas sociales de trabajo funcionan mejor con una clara línea de mando. Cuando la gente acepta hacer un trabajo, una parte del trato es que cede toda la autoridad al mando. El propósito más importante de un subordinado es hacer lo que el mando le dice que haga.
El líder transaccional trabaja creando estructuras claras, donde está claro lo que requiere de sus subordinados, y las recompensas que estos obtienen al seguir las órdenes. Los castigos no se mencionan siempre, pero todos los conocen y los sistemas funcionan.
El primer paso del liderazgo transaccional consiste en la negociación del contrato donde al subordinado obtiene el salario y otros beneficios a cambio de ceder a la empresa la autoridad sobre sí mismo.
El liderazgo transaccional, que implica la motivación y dirección de seguidores se basa en apelar a sus propios intereses.
El seguidor del líder transaccional es un individuo racional, motivado por el dinero y otros beneficios o recompensas, cuyo comportamiento es predecible.
El liderazgo transaccional, más que un estilo de liderazgo es un tipo de management ya que el foco está en las tareas a corto plazo. Tiene muchas limitaciones para el trabajo creativo o basado en el conocimiento, de todas formas es efectivo para determinadas situaciones. Max Weber uno de los fundadores de la sociología moderna, desarrolló esta teoría en 1947. En este modelo los aumentos de salario o beneficios, corresponderían a quienes hayan realizado el mejor trabajo.
Los líderes transaccionales deben entender que los subordinados trabajan mejor solos, por lo tanto deben tener una postura indiferente.
Esta forma de trabajo requiere que el subordinado tenga una ética del trabajo sólida, a fin de completar las tareas requeridas sin supervisión.

Los intercambios en el liderazgo transaccional, implican 4 dimensiones:
- Recompensas contingentes: Los líderes transaccionales vinculan el objetovo a las recompensas, clarifican las expectativas, proveen de recursos necesarios, establecen objetivos con consenso, y proveen varios tipos de recompensas por un desempeño exitoso. Establecen objetivos específicos, medibles, realistas y con tiempo determinado.
- Gestión activa por excepción: Los líderes transaccionales controlan el trabajo de sus subordinados, verifican desviaciones a las reglas y aplican acciones correctivas para prevenir errores.
- Gestión pasiva por excepción: Los líderes transaccionales intervienen solo cuandos la performance no es la esperada.
- Liberalismo: El líder provee un entorno donde los subordinados cuentan con muchas herramientas disponibles para tomar decisiones. El líder no toma decisiones y el grupo carece de dirección.

 

10 Consejos para ser un buen Lider

Consejo 1: Avance sin miedo al fracaso

Cuando aparezca el miedo a equivocarnos, cuando temamos fracasar, busquemos un sitio tranquilo, alejemos de nuestra mente el bullicio cotidiano, serenémonos un poco y pensemos las cosas con tranquilidad. Antes que nada, usted no puede enfrentar cualquier desafío laboral o personal si está estresado por los posibles resultados. Eso sólo repercutirá en una disminución de su capacidad para analizar detenidamente las cosas y reaccionar como corresponde ante las circunstancias.

 

Consejo 2: Formule una idea exacta de lo que desea

Una persona logra cosas importantes en la vida cuando tiene perfectamente claro lo que quiere. Cuando lo ve en su mente. Cuando puede describirlo con palabras que le ayuden a delimitar lo deseado de manera precisa. Antes no. Antes de que pueda colocar con exactitud lo que quiere sobre un papel (para mirarlo todos los días y saber hacia dónde deberá encaminar sus esfuerzos), lo que tiene es tan sólo un vago deseo.

 

Consejo 3: Siempre tiene una oportunidad delante de sí

La vida, personal y profesional, muchas veces es el resultado de nuestra actitud ante las cosas. Ver la media botella llena nos impregna de esperanzas e ilusiones, y en los momentos difíciles, nos da energías para seguir adelante. Ver la media botella vacía siempre, ante cualquier cosa que pase, sólo nos debilita, nos impide crecer, avanzar y vivir saludablemente.

 

Consejo 4: Siga adelante, sin descanso

No alcanza con saber lo que se quiere. Ni siquiera con desearlo fervientemente. Hay que ir por ello. Hay que trabajar, sin prisas pero sin pausas, hasta conseguirlo. Y sobre todo, no desanimarse cuando aparezcan (infaltables siempre) las primeras piedras en el camino. Nuestra determinación por alcanzar las metas se convierte en nuestro piloto de navegación. Nos marca un rumbo a seguir. Mira siempre hacia el horizonte, buscando la tierra ansiada.

 

Consejo 5: No haga presente su pasado

Aprenda de su pasado, pero déjelo atrás, sobre todo emocionalmente. Los errores existieron, es cierto, pero su única utilidad, aquí y ahora, es la de darle a usted experiencia, brindarle una nueva forma de ver y encarar mejor las cosas. Si desecha esto, y sólo toma la dosis emocional que le produce el recordarlos, pierde toda posibilidad de dejar de cometerlos, y sobre todo, de avanzar. Avanzar hacia nuestra meta: ser mejores líderes y personas.

 

Consejo 6: ¡Motivado, ahora y siempre!

Para liderar su vida personal y profesional, nada mejor que motivarse con imágenes positivas de lo que espera conseguir. Veamos un ejemplo. Usted está en una agencia de viajes, observando con detenimiento ese afiche que anuncia unas maravillosas vacaciones en el Caribe. Hay algo que ha llamado su atención, y ahora observa la imagen de una playa de suave arena, bañada por un mar cristalino. Usted ya se imagina allí, disfrutando del sol. Le agrada lo que imagina, y de hecho, ya está mirando con atención el resto de imágenes que componen el cuadro. Desea enterarse de los beneficios y condiciones porque sus vacaciones se acercan y usted considera que se merece esto. ¿Lo ve? Así actúan las imágenes positivas, trasladándole por anticipado, motivándole a lograr lo que desea. Y esto se aplica a todo en la vida.

 

Consejo 7: Arriesgue un poco más

La vida misma es el mayor de los desafíos, y si hablamos de “riesgos”, dígame usted si alguien le aseguró que vivirá hasta los cien años. Nadie, ¿verdad? Pues bien, si la vida misma no está asegurada, ¿puede sorprendernos que para vivir debamos asumir ciertos desafíos y sus riesgos? Pretender conservar las cosas inmóviles, y con ello escapar a los desafíos, o a los cambios, es totalmente absurdo.

 

Consejo 8: Logre nuevos y mejores resultados

Quien se queja porque no obtiene mejores resultados al encarar sus asuntos, debería pensar antes en las causas que en los efectos. Si no cambian las causas, tampoco cambiarán los efectos. Si cada vez los resultados obtenidos son más pobres, uno debería reformular (total o parcialmente) la manera en que intenta producirlos.

 

Consejo 9: Diseñe un futuro a su medida

En el mundo hay dos tipos de personas: quienes reaccionan a los cambios (algunas veces luego de cierto tiempo), y quienes los producen o se anticipan a ellos. Los primeros son reactivos, y los segundos proactivos. Tórnese proactivo, porque el futuro lo construyen las personas dinámicas, que establecen las circunstancias para que éste ocurra de acuerdo a sus expectativas.

 

Consejo 10: Construya mejores relaciones

El liderazgo se basa muchas veces en las relaciones, pero en las auténticas relaciones, que conllevan la empatía como su ingrediente fundamental. Ponerse en el lugar de los demás, comprenderles y motivarles, son características esenciales que todo líder debe fomentar y aplicar a diario.

Itegrantes del Proyecto

 

Lincey Livier González Martínez

Jesica Jiménez de Anda

Matías Lorenzo Larruina Maggi